jueves, 26 de junio de 2014

TRIATLON CROSS VILLA DE SANTA POLA Por Véro.


8 de junio de 2014, 7 de la mañana. Hay que levantarse y preparar el coche para irse. Hoy me espera el Triatlón Cross Villa de Santa Pola. Un nuevo reto.
Desde que empecé a hacer triatlones siempre he oído hablar de este evento, uno de los más físicos de la zona, visto que el segmento bici se hace con BTT y sobre todo la subida al faro, con los otros corredores, puede resultar un poco peligrosa.

El año pasado pensé en hacerlo, pero después de ver el circuito, no me sentía preparada para afrontar este reto Y no lo hice, pero estuve a un “clic” de apuntarme.

Abril de 2014. Se abren las inscripciones para la prueba. Mis amigos empiezan a apuntarse y me “presionan” un poco, “que este año vas a competir, verdad?”.
Los del club empiezan también a hablar de la prueba, que van a apuntarse etc...
25 de abril. Me despierto, enchufo el ordenador y busco la página del Triatlón Cross Villa de Santa Pola. Esta página la he visitado varias veces los días anteriores y siempre la cerraba sin pasar por la ficha de inscripción. Pero este viernes SI, abro la pestaña de inscripción, todo va muy rápido, tarjeta de crédito a la mano, relleno la ficha y “CLIC”, apuntada…

El 1 de junio el club organiza un entrenamiento para el Triatlón de Santa Pola. Por supuesto me apunto, es una ocasión para ver el circuito, valorar las dificultades que se pueden encontrar y sobre todo, estar rodeado de miembros del club que lo han hecho los años anteriores,
Aprovecho al máximo los consejos de los pasiqueros, me empapo de los recrridos.

El día D, llegamos a Santa Pola, mucha gente, esta mariposa que no para de voltear en mi estómago. Mi cerebro que piensa “pero donde te has metido”. Me acerco a los boxes y la tensión sigue aumentado. Entrada a los boxes, preparo mi material, lo reviso 5 veces.

Ahora tenemos que ir a la otra punta para la salida. Reencuentro con mis amigas del club y las otras chicas que conozco.
El arco iris de gorros es impresionante, los participantes están allí empiezan a calentar, el publico también presente. La megafonía reclama a los primeros participantes, en este caso son los chicos federados que salen primero.
2 min más tarde, los gorros rosa, es decir, mi grupo, se tiran al agua.


 Pensaba que iba hacer más agobiante con todas estas chicas pero no, hay sitio para todas.
La sensación en el agua es bastante buena, no me agobio, concentrada en mis movimientos. Respiro por la izquierda y veo a Víctor a la punta del espigón, me da más fuerza y aprieto un poco más,
De repente veo triatletas de otros grupos alcanzarme, me concentro un poco más, sigo mi trayectoria, para salir del agua debo batallar a golpe de codos.

Salida del agua, respiro, respiro, a toda máquina para ir a buscar la BTT.
Subo a la BTT y adelante, empieza lo bueno, lo que más me gusta, la bici y más cuando es de montaña.
Me agarro a un grupo de chicos que van a buen ritmo.
De repente veo una compañera mía en el arcén, es Luli parece ser que tiene problemas con la cadena de la bici, le grito una palabras de ánimo y sigo con lo mío.
Ya viene, ya viene, la famosa cuesta del faro, no pienso, aprieto los pedales, sigo el grupo.
El asfalto se termina, ahora piedras sueltas, gravillas etc...

Mi sentido común me hace pensar, “y si viene uno a toda leche detrás que hago??”
Dejo de pensar en esta eventual situación y pongo mis 5 sentidos en marcha.
De repente, veo un mono rosa, es María José luchando contra las piedras sueltas. Un grito de ánimo y sigo.
Y sigo pasando gente ya sean chicos o chicas. Pero también me adelantan los “bestias” que llegan a toda máquina, oigo las bicis llegar, pero sobre todos los gritos “derecha”, “izquierda”.
Sigo haciéndome un camino entre la gente, de repente otro mono rosa, esta vez es Diana luchando contra los elementos, un grito de ánimo también para ella y aprieto los pedales.
Se termina el segmento BTT con una bajada brutal con una curva pronunciada y después un tramo de asfalto hasta los boxes.

Suelto la bici, me pongo las zapas y a correr. Víctor esta allí, gritando “corre, corre”…
Las nubes se han retirado para dejar sitio al sol, y pica.
Vamos por los 5 km, falso llano subiendo para empezar, pequeña bajada y ataco el paseo marítimo.
Al principio bien, luchando contra mí misma, pero bien. El paseo se convierte en un infierno de calor y “bochorno” tremendo. El público, la gente que se pasea te anima pero no es suficiente, durante un instante me rindo, dejo de correr y me pongo a andar, me adelantan triatletas y me animan. Un grito retumba en mi cabeza, la voz virtual de Víctor “no te pares, sigue corriendo”, vuelvo a correr.
Último esfuerzo, la última recta, veo perfilarse este arco, tan deseado para poner fin a esta carrera y tan maldito porque nunca llega.
Pero llega, anda que llega, zancadas más largas; más velocidad, más temprano lo paso, antes se acaba el sufrimiento.
CONSEGUIDO, he conseguido mi reto, he terminado el Triatlón Cross de Villa Santa Pola 2014.
En la zona de los triatletas de dan una bonita medalla de recuerdo, y que recuerdos…

Localizo un grupo de monos rosa... son mis compañeros del club. Cada uno cuenta sus sensaciones sobre la carrera. En general todos bien, sufriendo un poco en la carrera a pie por el calor del paseo pero todos contentos de sus carreras.
Busco a Víctor dentro de la multitud de gente, nos vamos a los boxes para recoger todo el material.
De repente me veo a Paco correr y gritarme “no te vayas, hay premio para el equipo de chicas”. Anda ya !!!! Busco a mis compañeras para informarles, tampoco se lo creen. Pero nos vamos todas
para la entrega de premios.
Nos ha tocado, segundas por equipo femenino. Nos llaman, primero yo, segunda Luli, tercera Diana y para terminar María José (que no pudo estar con nosotras a la entrega de premios).
De premio una súper copa y sobre todo una súper alegría.

De vuelta a casa Víctor me comenta que yo he sido la primera a subir al cajón, lo cual significa que he sido la primera de la pasiqueras en pasar la meta. Me quedo de piedra!!!!
He disfrutado muchísimo de este triatlón a pesar de mis dudas al principio sobre mis capacidades a hacerlo, los 1000 m de natación, la subida al faro, las piedras sueltas, la peña y terminar la prueba con los 5 km de carrera a pie.

Gracias a la piña que forma los pasiqueros
Gracias a mi novio Víctor que me aguanta, y me grita para sacar de mi las fuerzas que me quedan.

Cuando es el próximo Triatlón Cross de Villa de Santa Pola ????
Están abiertas ya la inscripciones???
Nos vemos el año que viene


Véro

Pos.
Nombre
Tiempo Oficial
Natacion
Bici
Prom.
Carrera
Prom.
26
FRAN J.
1.18.53
0.18.06
0.38.41
29.68
0.18.20
4,04
146
JOHNNY
1.27.46
0.19.33
0.43.33
26.23
0.20.07
4,28
174
DAVID
1.28.46
0.19.25
0.43.58
26.23
0.20.38
4,35
250
PACO
1.31.24
0.19.13
0.46.25
24.52
0.21.54
4,52
256
SANTI G.
1.31.41
0.18.15
0.45.14
25.06
0.23.23
5,12
448
XEMA
1.38.15
0.22.31
0.47.35
24
0.22.56
5,06
530
MIGUEL
1.40.41
0.20.36
0.49.47
23.02
0.24.51
5,31
550
JOSÉ LUIS
1.41.18
0.25.50
0.46.52
24.52
0.23.49
5,18
671
JESUS L.
1.45.37
0.22.51
0.52.40
21.69
0.25.07
5,35
701
JESUS G.
1.46.48
0.25.22
0.50.18
22.56
0.23.27
5,13
850
VERO
1.55.42
0.27.53
0.51.37
22.11
0.30.16
6,44
853
LULI
1.55.55
0.26.32
0.54.33
20.88
0.29.08
6,28
860
ALEJANDRO L.
1.56.15
0.25.20
0.54.04
20.88
0.28.53
6,25
867
DIANA
1.56.46
0.22.41
1.01.05
18.49
0.25.23
5,38
897
MARÍA JOSÉ
2.00.19
0.24.12
1.05.23
17.35
0.24.51
5,31
924
FEDER M.
2.03.59
0.20.28
1.00.22
18.8
0.36.20
8,04


martes, 24 de junio de 2014

IV TRIATLÓN POPULAR DE ORIHUELA-PASICO A PASICO.

Finalmente salió, vaya si salió. El IV Triatlón Popular de Orihuela, organizado por nuestro club, Pasico a Pasico, se convirtió en un “3 en 1”. El tradicional circuito de triatlones, celebrado durante 3 años consecutivos, La Aparecida, La Murada y Orihuela, se fundió este domingo en una única prueba con 3 modalidades diferentes, la prueba reina, el supersprint, con 68 triatletas, un flash para principiantes y jóvenes, con 20 atletas y una prueba infantil, que siempre nos deja una muy agradable sensación y satisfacción, con 14 niños. En total sumamos más de 100 participantes.



El día comenzó encapotado y con amenaza de lluvia, que se presentó en forma de grandes gotas durante una parte de la prueba contrarreloj, produciendo alguna que otra caída, pero que por otro lado, evitó el calor sofocante de otros años. Comenzamos la competición las chicas del supersprint, con la vice, Fini Marín, a la cabeza, como no podía ser de otra manera; a la caza, salieron los chicos como alma que lleva el diablo. A continuación los flash, chicas primero y chicos después, acabando con la prueba infantil, en la que los 14 niños, los cuales tuvieron que esperar durante casi 2 horas en el recinto de la piscina, con una paciencia admirable y cierta dosis de nervios “in crescendo” a que llegara su momento, dieron ejemplo de profesionalidad y saber hacer, para regocijo nuestro, de padres y espectadores.





El ambiente vivido fue muy agradable y familiar y la mañana pasó en un abrir y cerrar de ojos, puesto que en este tipo de modalidad contrarreloj, siempre hay idas y venidas, transiciones, salidas y entradas en los diferentes segmentos y llegadas a meta, con lo que el público y los atletas están la mar de entretenidos, siendo, a mi juicio, uno de los deportes más agradecidos tanto de practicar como de ver.

A la satisfacción de haber podido realizar nuestro gran evento anual, le sumamos el valor añadido de varios podios vestidos de rosa, lo que da mucho gusto y como diría Iván Rodríguez, “TODO SUMA LOURDES, TODO SUMA”.

Destacar la imprescindible labor de los voluntarios, tanto propios como ajenos, corredores o no, ya que sin ellos, no sería posible sacar adelante un triatlón con este nivel de seguridad y organización.

Al finalizar la entrega de trofeos y el mogollón de regalos que este año se consiguieron, clausuramos la intensa jornada, que había comenzado a las 7:00, con una comida de pasiqueros y simpatizantes, en la que no sobró prácticamente nada y, es que, montar un triatlón y/o correrlo y/o desmontarlo, da mucha hambre.

Yo personalmente, me quedo con ganas de hacer el “V”, y contenta de pertenecer a este club, gracias al cual he conocido esta modalidad deportiva de triatlón tan divertida como gratificante y, como dice mi hermana (voluntaria desinteresada) después de la comida: “muy majos tus amigos pasiqueros, no beben alcohol pero comen lacitos de miel y chuches”. Aunque he de confesar que, a los 6 litros de cerveza no les dimos tiempo a calentarse.

Lourdes M.

EL DIA QUE ENCUENTRAS RESPUESTA, DESAFIO LURBEL RIOPAR. Por Antonio G.




Hoy, la verdad, es que el título me ha salido solo. Hay cosas que por su propio peso caen. Lurbel es una empresa de ropa técnica de Ontinyent, sinceramente no la conocía. Hace algo más de un año compré unos deportivos de montaña en una tienda especializada y me regalaron unos calcetines de la marca, que valoré una vez conocí el precio, y mucho más cuando me los calcé para tiradas largas. Vuelvo a sincerarme, no he probado nada mejor. De los deportivos mejor no voy a hablar, alguno de los compañeros de La Sagra conocen el final.

A raíz del resultado busqué información de la marca y me encontré con los desafíos que organizan y que este año están llevando más lejos. Cada evento va más allá de una simple carrera, en este de Riopar, organizan una marcha senderista de 24 km, una carrera que hace el mismo recorrido que la marcha senderista pero en sentido inverso y que tiene 1.600 metros de desnivel, y la carrera de 44 km con 2.600 m de desnivel, y que como digo, no queda tan solo en la carrera, el día de antes organizan una serie de ponencias y charlas con respecto al deporte, lesiones, superación… además de montar un pequeño mercadillo con su ropa, pequeño material de montaña y mountain bike y bicicletas, además de organizar una ruta de la tapa por los bares del pueblo. Para este año, como decía, también van a organizar una prueba similar para septiembre en La Puebla de Don Fadrique, con cima en la Sagra incluida, y otra bestial para noviembre en Finestrat, donde en 85 kilómetros salvarán 11.000 m de desnivel acumulado con subida al Puigcampana y Aitana incluida, pero eso ya son palabras mayores.

Como supondréis, un evento de esta magnitud, en un pueblo tan pequeño, se trata de una inyección económica brutal, ese fin de semana esta el pueblo abarrotado, los 1.500 participantes y acompañantes dan buen uso de todos los servicios y comercios del pueblo.
Pues allí que me presento yo, todo dispuesto, a meterme, pasico a pasico, 44 kilómetros. Qué decir de la salida, atestada de gente a pesar de ser la 8 de la mañana, participantes de la marcha que salía 15 minutos después, de la carrera corta que salía 30 minutos más tarde, acompañantes de todas las edades y lugareños curiosos que acudían a contagiarse del gran ambiente de la carrera.

El inicio de la carrera transcurre por una carretera que te saca del pueblo para coger después una pista de tierra que en poco menos de un kilómetro, te lleva al meollo de la carrera, nada más comenzar la primera cuesta, que ya era considerable, a pesar de ir por la pista de tierra, comenzó la gente a dejar de correr, lo que me permitió recuperar un montón de plazas, es lo que tiene identificarse con un motor diesel. Una vez superada la primera cuesta y avanzar unos cientos de metros, la carrera me llevó a mi terreno, a la senda estrecha y sobre todo, cuesta abajo, pero para desesperación mía, iba muy atrás en la carrera y me tocó bajar andando y parando muy a menudo, pues en el terrero accidentado y cuesta bajo, esta feo decirlo, pero el primero no irá mucho más rápido que un servidor, al final de la cuesta había un riachuelo que había que cruzar, en el que no poca gente puso pié al agua, que hacía que todo el mundo esperara a los menos diestros, de ahí lo lento de la bajada.

Nada más cruzar el riachuelo, continuamos corriendo por una pista forestal, ésta ya en peor estado, que alternaba con sendas, con continuas subidas y bajadas hasta el kilómetro 6 más o menos. Ni qué decir tiene lo bonito del paisaje, cualquiera que haya estado en la zona, se puede hacer una idea, con el añadido de estar en plena explosión de la primavera, con un verde en todo su esplendor y con los romeros más olorosos y más llenos de flores que nunca he visto. ¡Ay señor! Qué placida parecía la velada, hasta que giramos a la izquierda para coger una senda en la que todos, los que corrían a mi ritmo, nos bajamos de la moto, y montamos en el autobús, comenzamos una subida que en los perfiles te marca de unos tres kilómetros, por una cresta de la montaña que prácticamente, casi en línea recta, te llevaba directo a cima. En ese tramo paramos un muy buen rato en un paso complicado que había, en el que habían instalado unas cuerdas por seguridad y en el que los menos diestros, hicieron parar, en mi caso unos 20 minutos, no quiero pensar en los que iban bastante más atrás. Este tipo de obstáculos debe de estar en lugares en los que la carrera vaya mucho más estirada, sino, perjudica mucho a los que van en el pelotón. Es el único pero que le puedo poner a la organización, los obstáculos que generen retención, no deben estar cuando la carrera va todavía muy junta.

Una vez coronada esta cima, a 1650 m, que por cierto, hacía un viento del carajo, comenzamos una bajada por una pista forestal en muy buen estado, que me permitió recuperar, otra vez, bastantes posiciones, en este tipo de carreras, creo que cada uno tiene que quemar sus cartuchos cuando puede, y mi terreno es la bajada. A los dos kilómetros y ahora sí, la carrera más estirada, volvimos a coger una senda bastante empinada, todavía para abajo, y que pude disfrutar unos cientos de metros hasta que cogí a los que iban por delante de mí, y que ya, por lo estrecho de la senda, no pude adelantar.

Tras la bajada estaba uno de los avituallamientos fuertes, con sólido y líquido, andábamos por el kilómetro 12, para el que conozca la zona, estábamos justo en el pico del arenal, un poco más arriba de la entrada al camino que te lleva a los chorros del Río Mundo, y prácticamente con dos horas de carrera. A continuación venían unos cuatro kilómetros de “transición”, vamos de continuos subes y bajas, por pistas forestales y sendas, que a esas alturas, ya empiezas a alternar bastante corriendo y andando, para después, comenzar otra ascensión, muy cerca del nacimiento del Río Mundo, por una senda, que te llevaba a 1.400 m de altura, y que hice prácticamente solo, para, después en la bajada, oootra vez, adelantar a otro puñado de corredores, esta vez menos, que llevaba por delante. Esta sí que la pude disfrutar pues era una senda más bien técnica, en la que ya no me cortaba y cuando llegaba a algún corredor, con respeto, educación y humor, vamos, con fair play, pedía paso.


Hay que puntualizar que el punto más bajo de la carrera esta a unos 950 m de altura, por lo que las subidas a cima rondan entre 400 y 800 metros de desnivel, para hacerse una idea, en la subida a la Cruz de la Muela, desde Montepinar, pueden haber unos 350 m de desnivel. Ahora estoy recordando sobre la ascensión que acabo de contar, que he puesto que prácticamente hice solo, la verdad es que adelanté a cinco o seis corredores y que me adelantaron un grupo de tres, con buen ritmo y un grupo de cuatro o cinco máquinas de estos que oyes hablando casi cien metros por detrás y otros cien metros por delante con “ahora bajamos a no se cuánto el kilómetro”, “luego tenemos que correr hasta no se dónde”, “llevamos una media de no se qué”, “en la carrera de no se dónde hay que no se qué” vamos, el típico máquina, o bocazas, que te preguntas si tan fiera eres, después de tres horas de carrera, qué haces adelantándome, si tenías que estar llegando. Y me hizo gracias, porque la verdad es que me adelantaron a buen ritmo, pero que poco antes de coronar, la verdad es que no sabías muy bien si habías llegado a cima, estaban apagando el sofocón en una orilla de la senda.


Una vez abajo, comienza la transición de las transiciones, diez kilómetros que te llevan a Riopar Viejo, y cuando digo transición de transiciones, quiero decir subes y bajas y subes y bajas, para continuar subiendo y bajando. Pues bien, aunque me desquitara en la bajada, el hacer la última subida solo, se me hizo muy larga, y llegados estos kilómetros en los que te viene el bajón, pues psicológicamente son kilómetros “poco” exigentes, o de “transición” entre subida (grande) y subida (aún más grande), pues empiezas a preguntarte cosas, ¿qué hago yo aquí?, ¿qué necesidad tengo?, y mañana reventado... y si además se da la circunstancia, de que mi hermano, que estaba corriendo la carrera corta, y ya había terminado, iba a salirme al paso con mi santa esposa, mi heredero y familia varia (cuñados, sobrinas y suegra) que había venido con la excusa de verme, a pasar el día a Río Mundo, pues empieza a moverse todo lo que se tiene que alinear para encontrar respuesta en los momentos de bajón. Y de ahí el título de esta “hazaña o miseria”, según reza en el apartado. El día que encuentras respuesta, da igual que físicamente vayas bien, pues al llegar al kilómetro 30, iba entero, cansado, pero con gasolina, y llevaba menos de 5 horas, quedando por hacer todavía, dos kilómetros más de transición, unos cuatro de subida a la cima más alta, 1.780 m, y otros siete kilómetros de bajada continua hasta el pueblo. Vamos, que en mis pronósticos iba sobre el horario previsto, tenía intención de terminar en unas ocho horas, pero como digo. Cuando encuentras respuesta… se acabó.

Por lo tanto, El desafío Lurbel, se convierte en la primera carrera de la que me apeo, con sabor agridulce porque sabía que iba a llegar y bien, pero tampoco me sabe tan mal, gané una muy buena tarde, descansado y en compañía de la familia, que es algo que también está muy bien.

Eso sí, ya esto apuntado para el desafío Lurbel de la Sagra, y que animo a más gente a apuntarse, esta vez lo he hecho a la carrera corta, a ver si convenzo a mi hermano para que en otra ocasión, nos apuntemos a la larga, que tiene más sustancia y luego, no es para tanto. El desafío será el próximo 14 de septiembre, y de querer apuntarse, que aunque vale una pasta, merece la pena, y no debe despistarse mucho porque la gente sabe lo bien preparada que está la carrera y lo buena que es la bolsa del corredor, con ropa técnica de la buena, calcetines, camiseta y banda para el pelo, además de correr por parajes protegidos que también tiene su cosa.



martes, 3 de junio de 2014

QUEDADA-ENTRENAMIENTO PASICO A PASICO Santa Pola, 1 de Junio de 2014 Visión de un voluntario



Tras la primera quedada-entrenamiento que celebramos en Bigastro, el pasado domingo 1 de junio celebramos la segunda (primera en la que se podían realizar los tres sectores completos). Las distancias planteadas eran 1000 metros en el sector de natación, 5000 metros en el sector de carrera y 18 kilómetros en el sector de bicicleta.

La mañana amaneció desapacible, gris, siguiendo la tónica de los días previos, provocando que algunos de los compañeros que tenían la idea de acudir no acabasen de decidirse. A pesar de las bajas, nos reunimos a las 9 en el Centro de Salud para emprender camino hacia Santa Pola. De ahí salimos 6 compañeros (4 corredores y 2 voluntarios), esperándonos en el destino los 4 restantes.

Llegados al lugar de encuentro, las dudas de qué hacer seguían presentes: el cielo seguía con un color plomizo, la temperatura ambiental tampoco animaba,…pero esas dudas duraron poco, ya que el ambiente que se podía ver en el puerto de Santa Pola animaba a lanzarse: había varios grupos de nadadores entrenando, multitud de cilistas, de corredores,… No había excusa.

Una vez preparados los boxes, que a pesar de ser una quedada para miembros del club, parecía propio de una competición (y así lo demostró el hecho de que los transeúntes nos preguntasen qué carrera era…), los triatletas, tras adentrarse mínimamente en el agua, y decidir si utilizaban o no neopreno, emprendieron camino, por la playa, hasta el punto de salida, situado en uno de los espigones del puerto. Mientras, Rafa, el juez árbitro de la prueba, se situaba en la zona de transición, esperando la llegada de cada uno para tomar referencia de los tiempos. Poco antes de las 10.15, los pasiqueros estaban adentrándose en el mar, a pesar de que el agua no estaba precisamente limpia ni clara.


Durante el sector de natación, hubo momentos en los que la lluvia nos acompañó, si bien en ningún momento de un modo que hiciese plantear parar el entrenamiento, al contrario, la climatología nos dio una tregua, y nos acompañó, llegando a quedarse una jornada matutina bastante agradable.

Al punto de transición, y tal y como cabía esperar, el primero en llegar fue Fran J, que una vez más dejó patente su capacidad y preparación; a continuación, a unos minutos, entró Santi, realizando también un buen sector. Tras estos dos delfines, llegaron Miguel M y su pareja, Nuria, que a pesar de sus dudas iniciales manifestadas acerca de que no sabía si llegaría o no a cubrir los 1000 metros previstos, dejó muy claro que en el mar se desenvuelve perfectamente.

Tras la llegada de estos 4, realizaron la transición Sabrina, y poco después llegó Diana. Con unos minutos de diferencia, llegó Eva, que tras su maternidad, retomaba la actividad. José Luis, Verónica y Luli, estas dos juntas, fueron los siguientes en llegar al punto de transición.

El sector de carrera se planteó para realizarlo por el paseo marítimo, con una trayectoria de ida y vuelta por el mismo, llegando hasta la conocida Cadena, punto de referencia de cada carrera que se realiza en Santa Pola. Un recorrido llano, y que a esas horas de la mañana estaba muy concurrido por paseantes, corredores, ciclistas... lo que ayudaba y empujaba a los pasiqueros en su carrera. A pesar de ser un recorrido simple, hubo algún triatleta que se perdió, lo que provocó que corriese por una zona que no era.

Fran J siguió con su ritmo, corriendo como si una competición se tratase; mientras, y siguiendo el orden de salida del mar, Santi se despistó en este sector, lo que provocó que se perdiese y corriese por una zona diferente. A pesar de llegar juntos, el segundo sector Miguel M lo hizo en solitario, ya que Nuria trotó sin llegar a completar la distancia. Sabrina y Diana compartieron zancadas, haciendo los 5 kms juntas. Por su parte, Eva cogió su ritmo constante y completó la distancia con muy buenas sensaciones, a pesar de la inactividad y de las consecuencias que conlleva la maternidad en cuanto a descanso y demás. Por su parte, José Luis, a pesar de haber salido rezagado del sector acuático, hizo el segundo sector a muy buen ritmo, adelantando a varios compañeros que le habían sacado distancia en el agua. Por su parte, Veronica y Luli completaron los 5000 metros entrando con apenas dos minutos de diferencia.


Tras el esfuerzo realizado, y tal y como estaba acordado, se hizo un “kit-kat”, para recuperar fuerzas. Siguiendo la acertada línea de organización que el club siempre mantiene, preparamos un pequeño tentempié, con bebidas, embutidos y fruta (importante destacar que todo este material procedía de la actividad realizada por otra de las secciones del club, Senderismo-Voluntariado Ambiental, que el sábado por la mañana hizo, en colaboración con el Ayuntamiento de Orihuela, Jornada de Limpieza del Monte, en la Cruz de la Muela. Una vez más, queda patente que el trabajo de todos beneficia a todos.)

El tercer sector, 18 kilómetros de bicicleta de montaña, se planteó para reconocimiento del recorrido, yendo en pelotón, sin cronometrar, para disfrutar después de los otros dos sectores.


En resumen, fantástica mañana de actividad y de compañerismo, que reafirma lo que debe ser, desde mi punto de vista, la actividad del club: compañerismo, compartir actividades, ayuda, y no sólo verse de carrera en carrera. No he realizado la actividad, pero he disfrutado ayudando a que compañeros que han querido y podido hacerla lo hayan hecho. Ese es el secreto, trabajar en equipo y tomar diferentes roles, me beneficie o no directamente.

A todos nos gusta recibir, pero poco dar. Se nos olvida de dónde vienen y cuánto cuesta lograr las cosas.

Es mi opinión, respeto las demás.

IVÁN RODRIGUEZ PILLADO

Los grandes artífices del gran éxito de la quedada acuatlón

CLASIFICACIÓN