Mucha gente todavía no habrá oido hablar de esta exótica carrera ya que sólo lleva dos años de vida pero poco a poco va cogiendo la forma para convertirse en una carrera de referencia en lo que se refiere a carreras de larga distancia.
La Carrera Africana de la legión de Melilla es una carrera inspirada en otros eventos deportivos de gran éxito como los 101 km de Ronda y la Ruta de las Fortalezas. "La Africana", que es como popularmente se la conoce, es una durísima prueba de 50 kilómetros con un desnivel positivo de 900 metros positivos que combina asfalto, pistas de tierra y senderos, organizada por el tercio Gran Capitán de la Legión.
En circunstancias normales, no me hubiera ni siquiera planteado el hacer
una prueba de este calibre. Pero como coincidía que me encontraba en Melilla por
trabajo y que la prueba está llamada a ser una de las mejores del sur de España,
no quise perder la oportunidad y me apunte sin pensármelo dos veces.
La carrera empezaba a las 14 horas. ¡ Vaya horas! y los corredores teníamos que estar casi una hora antes en la zona de salida. Había un ambiente increíble, estaba toda la ciudad volcada con la que todos los melillenses consideran que es el evento del año. Como telón de fondo la bonita ciudadela de Melilla la vieja adornada con múltiples banderas de España y estandartes militares , y con la banda de música de la legión amenizando la espera. Toda esta puesta en escena me recordó mucho a lo que viví en los 101 de Ronda en el 2012 pero a pequeña escala. Durante la espera, me saludan cinco oriolanos que han venido hasta aquí sólo para hacer la prueba. Y es que hasta 500 personas han llegado desde la península gracias a que la organización ha puesto unos precios muy atractivos tanto en la inscripción como en el transporte desde la península, además de ofrecer alojamiento gratis a todos los participantes y acompañantes.
A las 14:00 salen los ciclistas ( 600 participantes ) y a las 14:15
salimos los corredores (900 participantes): hace calor y fuerte viento de
poniente. La salida pone los vellos de punta con las calles llenas de gente
animando y con el redoblar de tambores y cornetas de la Banda del Tercio.
No tenía fijado ningún tiempo, ni ningún ritmo… fundamentalmente quería
disfrutar de la carrera.
Los primeros 6 kilómetros son llanos y transcurre por las calles de
Melilla. Me engancho a un grupo que lleva un ritmo de 4:45 min/km. Me encuentro
muy cómodo a este ritmo pero no sé si a la larga me terminará pasando factura.
Hasta el kilómetro 15 vamos por una pista de tierra de continuas subidas
y bajadas, pero a partir de ahora se empezaba a complicar la cosa. Nos da la
bienvenida una cuesta de 350 metros al 40% que los Melillenses llaman "la
Cuesta de la Peseta" debido a que todo el mundo que se enfrenta a ella
parece que vaya buscando alguna moneda perdida en el suelo. A partir de ahora y
hasta el kilómetro 36 la carrera transcurría por un terreno roto de fuertes
subidas y de peligrosas bajadas llenas de piedras sueltas. Sobre el kilómetro
25 pasamos por el avituallamiento que hay en el cuartel de La Legión. A estas
alturas el grupo en el que iba se ha desintegrado por completo y cada uno hace
la guerra por su cuenta. Ya empieza a hacer mella el cansancio y el calor. Todas
las subidas las hago andando. Por mi experiencia en otras carreras de este
estilo, llegué a la conclusión de que a la larga se pierde más si
las subes corriendo.
Paso por el kilómetro 38 y mis piernas empiezan a quejarse del palizón
que les estoy dando, asi que decido bajar el ritmo a 5:45 min/km. Los últimos 7 kilómetros se me hacen eternos, las
piernas ya duelen mucho y lo único que me hace seguir corriendo es que tengo un
grupo de cinco corredores a unos 100 metros por delante y me los fijo como
objetivo. Un poco antes del último kilómetro les doy caza. Ya sólo queda una
cuesta que sube a la ciudad vieja de Melilla para después salir por un túnel de
las murallas de la ciudad hacia la explanada donde se encuentra la línea de
meta. Hago el último esfuerzo, siendo esta última cuesta la única que hago corriendo en toda la carrera, dejando
atrás a mis acompañantes y saliendo de las murallas de la ciudad con una gran
felicidad al divisar ya el arco de la línea de meta.
Al final, la Africana ha resultado ser una carrera durísima pero
preciosa. Termino en la posición 32 de 900 inscritos con un tiempo total de
4h37´11´´ y con una ritmo medio de 5:33 min/km.
Para no haber estado preparando esta prueba acabo muy contento con el resultado aunque termino con las piernas muy reventadas, incluso una vez que me enfrio me cuesta bastante andar.
Al final, después de haber logrado acabar "La Africana" , entiendo mucho mejor el lema de la carrera que en solamente dos palabras definen perfectamente la filosofía de esta carrera:
SUFRIMIENTO Y DUREZA.
Enhorabuena!!! tanto por la carrera como por la crónica, parecía conforme la leía que la estaba haciendo contigo, a seguir así!!
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